*Capítulo 8: Whiskey in the jar
Entonces salió Vi de la habitación, con un vestidito por las rodillas, con unas coletas recogiendo su pelo y sombra naranja ligeramente extendida por sus párpados. Estaba muy mona, no como yo, con piratas y camiseta medianamente formal, sin maquillar ni nada. Fui al baño y me hice un poco la raya en los ojos.
Brendon salió corriendo a ponerse su camiseta, las gafas (o en su defecto lentillas) y a peinarse; no quería dar explicaciones (aún).
Me alisé el pelo; así estaba mejor.
Ya estábamos todos en el salón y Vi y yo sacamos unas cervezas y coca-colas de la nevera.
- Tía, es que ha sido... – me dijo Vi susurrándome al oído, aprovechando que Bren estaba en la terraza.- Me encanta.
- Ya veo. – comenté irónicamente.- No sabía que fueras TAN rápida.
- Cuando un chico me gusta de verdad, sí.
- Pero... ¡Si no le conoces!
- Ahora más que tú.- Me dijo sacando la lengua.
- Te lo tiraste sin conocerle.- Le eché en cara.
- Fue una atracción mutua. Mirarnos y... saltó la chispa. Ya tendré tiempo de conocerle, me va a pedir una cita.
- ¿Cómo lo sabes?
- Me lo ha dicho.
- Ah, pero, ¿qué os ha dado tiempo para hablar? – reí.
- Pues claro que sí, idiota – ella también rió.- Tampoco una charla trascendental... sólo hemos dicho de donde veníamos, edad, trabajo... y lo de la cita.
- Wow, qué charla más trascendental... pero de todas formas me parece una forma muy brusca...
- Claaaaaro porque yo no soy como tú, que esperas mínimo una semana o lo que se precie...
Refunfuñé.
- Será porque necesito conocerle antes. Y no puedo acostarme con él si no me gusta.
- ¿Y con los que te liaste en las fiestas de Helen, Jack y Amber...?
- Esos me gustaban. Mucho. Les conocía del pueblo...
- Bah, chorradas- dijo, dando por zanjado el tema.
Llamaron a la puerta y lo cogí yo. Era él.
- ¡Ey! Venid, están echando Fall out Boy en Fuse.
- Pero esos, ¿quiénes son? – preguntó Vi.
- ¡¿No los conoces?! – exclamamos Bren y yo a la vez. Entonces tarareé un poco de ‘Dance dance’
- Ah sí, ya sé.
- Menos mal.
Ryan entró por la puerta.
- Buenas – saludó quitándose el sombrero.
- Hola Ry... esta es Vi – dije, presentándoles.
- Hola. – dijo dándole un par de besos.- No sé si os habrán presentado. Vi, éste es Brendon.
Vi soltó una risita nerviosa y Brendon sonrió tímidamente.
- ... ya nos conocemos.- Dijo él.
- ¿Ah sí? Pues mejor.
Carraspeé.
- Siéntate, ¿No? ¿Qué queréis tomar?
- Es que de verdad, Jazz... viniste ayer y ya te sientes anfitriona. – dijo Vi, haciendo reír a los chicos.
- Cuánta confianza, ¿no? Si os conocisteis ayer. – dijo Ry.
- Más bien nos reencontramos. Éramos mejores amigas en el instituto de Capesthorne, nuestro pueblo.- expliqué.
- ¡Wow! ¿La amiga molona chiflada que se pone gafas por la noche? – preguntó Ryan.
Vi sonrió forzosamente y me dijo al oído:
- Jeje... podías haber cerrado un poco el pico, gracias.- luego, subió el volumen- Seh, soy yo.- Dijo, esta vez, con pose chulesco.
Todos reímos, aunque a Brendon se le quedó cara de WTF?
- Ya te lo contaré.- Le aseguró Vi.
- Cool – respondió éste, y le guiñó un ojo a Vi, quien se sonrojó y soltó una risita tonta.
Ryan me miró extrañado.
- ¿Qué me he perdido?
- Creo que ya te lo contaré... también.- Le dije mirando al suelo.
- Vale... a propósito...¿esto quiere decir que nos veremos a menudo? – preguntó Brendon.
- Espero que sí.- Confesó Vi contenta.
- Brindemos para celebrarlo.- Dijo Ry con una gran sonrisa.
Tras esa copa vinieron otras cuantas, sólo recuerdo risas, muchas risas.
Al día siguiente cuando me desperté el dolor de cabeza era insoportable, así que decidí ir a prepararme un café.
Para mi sorpresa, Brendon y Ryan estaban dormidos, cada uno en un sofá. Decidí no molestarles, pero, ¿por qué seguían allí? ¿Qué había pasado?
Sacudí la cabeza. Creo que jugamos a un strip póquer, según los recuerdos venían a mi cabeza. Los dos chicos estaban en bóxers, y yo en ropa interior.
Joder, cómo me dolía la cabeza.
El sonido de la cafetera despertó a RyRo.
Se levantó dando tumbos mientras terminaba de abrir los ojos y se rascaba la cabeza lentamente.
Vino hacia mi y me dio un beso en la mejilla.
- Buenos días – me dijo mientras me miraba a los ojos.- ¿Qué le echaste al whisky anoche?- rió.
- Buenos días. No... no lo sé. Voy a por una bata.
- Vale.
Entré a mi habitación y cubrí mi piel con la bata que me regaló mi madre ese mismo año: fina y turquesa.
Al volver, Ry estaba en el baño, así que fui preparando el desayuno: tostadas, donuts, galletas, cereales y cafés (además de un poco de leche fría con cacao soluble para Vi).
A la media hora ya estábamos desayunando con Brendon, que ya se había despertado. Pero no tenía tanta resaca como Ry y yo.
Bueno... Ry no parecía muy resacoso.
Por lo menos parecía acordarse de la noche anterior, no como yo. Luego le preguntaría.
Brendon interrumpió el silencio:
- ¿Y Vi?
- Tu sabrás. – Bromeé, pero éste me miró con mala cara, como diciendo “no, va en serio”. – Yo que sé... estará durmiendo.
- Son ya las doce.- Se extrañó Ryan.
- No te digo más que desde pequeña la llamábamos ‘marmotilla’ mis otras amigas y yo.
- Vaya...¿La molestaría si entro a despertarla?
- Yo creo que si entras tú, no.
- ¿Ha pasado algo de lo que no me haya enterado?- preguntó Ryan aún más extrañado.
- Nada importante.- dije sorbiendo un poco el café, a la vez que me abrasaba la lengua lentamente.
En fin, Brendon sonrió y fue a la habitación del fondo, aparentemente sin intención de volver en un rato.
Aproveché para preguntarle a Ryan:
- ¿Qué paso anoche después de la quinta copa?
* * *
lunes, 28 de septiembre de 2009
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